martes, 24 de abril de 2012

Encantamiento 64: Maneras efectiva de escuchar conversaciones ajenas: hacerse el durmiente.

//¿No queríais uno largo? PUES TOMAR LARGURA//


Los pitidos de una maquina me recibieron al despertar. Podía reconocer mis latidos en ellos. No estaba muerto.
Maldita sea, realmente creí que esta vez la palma, joder, pero aquí sigo, jajaja. Lena rompió la mayor parte de cadenas, así que… no había sido tan grave; unos huesos muy rotos y ya…
Empecé a reírme, los puntos se tensaron. La tos seca con sabor a sangre me hizo estremecerme.
-¿Alec? –la voz de Gin, el medicucho, se aproximó con pasos veloces hasta mi cama. No podía abrir los ojos de los pesados que los sentía, pero no importaba pues percibí que una venda de gasa me los tapaba de todos modos. Así como unas grapas metálicas en la cabeza-. ¿Puedes escucharme? Responde si me oyes.
-Muérete…
Volví a desmayarme con una sonrisa en los labios.
***
-¿Cómo está?
Gin suspiró. –Mal. Pero mejor. Al fin pude drenarle los pulmones… Estaba peor de lo que pensábamos…
-¿Peor?
-No quieras saberlo… No sé ni cómo ha podido moverse hasta ahora.
-Pero…
-No. Recupera la conciencia a ratos, pero la pierde enseguida.
-¿Y ha dicho algo?
Soltó una risa lastimera-: Básicamente nos desea lo peor del mundo, pero lo hace de corazón.
***
-Ya hasta extraño que te metas conmigo. Por favor, despierta. No nos dejes... Te quiero demasiado para soportarlo. Te amo, maldito capullo.
***
-Albert, deberías irte. Aunque te pases los días junto a su cama, no mejorará antes.
-Solo despierta cuando no estoy aquí.
-… ¿Y qué es lo que quieres decirle? –Albert no respondió. Solo después de un buen rato, cuando Gin se fue, me susurró-: Nunca he sido un buen padre… Lo siento.
Ni nunca lo serás.
***
-Lena… tú querías venir…
-Ya, Colyn… pero –se dio la vuelta y corrió hacia la puerta, cerrando detrás de ella.
Colyn suspiró.
Colyn… había vuelto a la Orden… aunque era ahora un hombre lobo; conseguí pensar con dificultad, incluso algo tan sencillo hacía que me martilleara la cabeza. Debía de estar ocultándolo, de lo contrario ya lo hubieran matado, ¿pero cómo? No es que fuera algo fácil de esconder…
-A ver si te recuperas pronto, empezamos a necesitarte para poner orden. Já, parece mentira: tú, poniendo orden… –Guardó silencio lo que debieron ser varios minutos que a mí se me pasaron volados-. Creo que nunca te lo he dicho, pero creo que eres… realmente eres un héroe.
-¿Un héroe, en serio lo piensas? –Robert entró cerrando la puerta con un portazo.
-Hola, Rob... ¿Lena se fue?
-Ahí fuera no estaba cuando llegué. ¿Es que ha venido… a verle?
Colyn asintió. –A veces lo hace. Pero siempre se queda fuera. Igual que con su padre… La cosa está realmente complicada…
-¿Por Lena?
-Sobre todo.
-… ¿Apruebas lo que le hizo a su padre? Colyn, no me mientas. Te conozco desde niños y sé cuando me mientes –amenazó-. ¿Crees que no sé qué os lleváis secretitos vosotros dos, tú y esta escoria? De repente sois muy amigos.
-¿Estás celoso?
-No –pero sonó como un niño pequeño enfurruñado.
Colyn volvió a suspirar. Era inútil hacer entrar en razón a ese cabeza hueca.
-No lo apruebo. Pero lo comprendo, después de todo, ¿tú no habrías hecho lo mismo de haber estado en la misma situación, de tener la oportunidad?
-No siendo el padre de Lena… Ella ahora está sufriendo.
-Rob…
***
-Albert, he estado pensando…
-Dime ya que es lo qué ocurre. Somos amigos, Gin.
-Es que… Me he estado fijando, aunque creo que nadie más lo ha hecho, y… estaba pensando en que Alec y Robert se parecen bastante. Se parecen a ti -Se notó en el aire cómo Albert se tensaba-. Y… la vez aquella en la iglesia de los Marianicos cuando le agradeciste a Alec salvarte… Te comportaste igual que cuando Rob se rompió una pierna por intentar salvarte cuando le ordenaron quedarse quieto siendo más pequeño… Y, además, el hecho de que os conocíais de antes… ¿Por qué estás intentado protegerle? Nadie aquí lo entiende.
-Gin, no finjas y enuncia la pregunta como realmente la piensas.
Gin suspiró. -Alec… ¿Alexander Derek Seamair es… tu hijo, Albert?
-Así es.
-¡Albert! ¡Pero…! ¡Él es un demonio…! –dijo como si eso bastara para dar por falso toda su confesión-. Tú… entonces… Madre mía, madre mía –Gin se levantó de su silla y empezó a dar vueltas en círculos-. ¡Podrían echarte! ¿Qué digo? ¡Tendrías suerte si no te ejecutan por traición! Albert, cómo…
-Ginneas, por favor, cálmate. Sé a lo que me atengo de descubrirse. Y, aunque no te lo creas, su madre no me obligó a nada…
-No hablas en serio.
Albert asintió. –Pensé muchas veces en divorciarme de Karen e irme con la madre de Alec. Pero llegó la profecía sobre el futuro de Robert con su nacimiento, mi ascenso, el puesto de liderazgo y otro en la academia… Se complicó demasiado y… –y nos abandonó-. Creí que nuestras naturalezas se habían anulado en él y era humano, rezaba porque así fuera; por ello nunca le hablé a Alec sobre la Orden. Y hasta hace poco pensaba que Alec estaba muerto. No sabes hasta qué punto me sorprendió su aparición en el Cuartel General la primera vez.
-Entonces lo que decía Dande es cierto: Alexander es el bastardo de un Guardián… ¿Cómo es posible? Dos especies tan distintas… No creí que fuera posible.
-¿Crees que eso es lo que lo ha salvado de la Luz? Ni siquiera los humanos más puros…
-Es la única explicación que se me ocurre. Un demonio capaz de sobrevivir a la Luz y salir bajo el sol, y un Guardián con poderes mágicos… El sueño de muchos. Alec es más especial de lo que creíamos… empiezo a entender que tenga tanto peso en la profecía de Rob. –Suspiró-. No me extraña que Alec sea tan desconfiado, cualquiera como Dande vendería su alma por obtener su secreto.
-Mataré a Dande si vuelve a intentar ponerle un dedo encima. No será difícil encontrar algún delito… ¿has visto las grabaciones que hacía a sus presos? No sería complicado demostrar que mantenía relaciones sexuales con esas prisioneras.
-¡Albert...! Eres... ¡un corrupto!
-Perfecto. Así iré al Infierno –encendió un nuevo cigarrillo pasándose por el forro que aquello era una enfermería-. Llevo tiempo esperando que una batalla o el tabaco me maten para poder reunirme con Ella allí bajo.
***
Unos chasquidos de dedos me sobresaltaron.
-¿Qué día es hoy? –tardé en reconocer la voz de C.Lence. Tenía el cerebro embotado.
-¿Y me lo preguntas… a mí?
-Creo que le dais demasiada morfina.
-Déjalo así, puta desteñida –la voz no consiguió salir de mis labios, pero ella lo entendió.
-Cuida ese lenguaje, hibrido. ¿Ya quieres morir?
No respondí. Volvía a irme al mundo de las sombras.
-Así me gusta. Cumple tu destino y tráenos el Caos. Lo haces bien.
***
-Alec… Alexander, sé que estás despierto.
Resoplé. -¿Y?
La sonrisa se distinguió en la voz de Gin: -Ya te cuesta menos hablar, eso es bueno.
Resople otra vez. -¿Cuánto llevo aquí?
-Casi una semana y media.
-¿Y el Dr.?
-Yo soy doctor. –Sabía perfectamente a quién me refería-: En el hospital… Nosotros estamos en la enfermería de la Academia.
-Humm. -como suponía, ninguno de los dos estábamos muertos (klrhissorgo, encima que le puse velitas a Belcebú…).
-¿Estas lúcido?
–Más que nunca desde antes de mi boda.
Me aparté la venda de los ojos y con mucho esfuerzo logré abrir los parpados. Me sentían las pupilas muy dilatadas y la vista borrosa. No podía enfocar a Gin. Éste esperó sin prisas hasta que me incorporé en la cama. Tenía todo el estómago cosido y con apretadas vendas que no me dejaban doblarme lo más mínimo, igual que si fuera un tablón de madera.
Contuve el aliento, haciendo un reconocimiento de mi estado.
-¿Y mi pierna?
Gin tragó saliva.
-Lo siento, no estaba… cuando te encontramos.
-¿Cunado me encontrásteis? ¿No estaba Lena conmigo?
-¿Eh? No… -pareció sorprendido-. Te encontramos entre otras victimas mucho despues de que los demonios abandonaran el lugar… cuando salió el Sol.
O sea, que ni Rob ni Lena había hecho mucho por ayudarme, menos mal que son los Buenos.
Volví a mirarme; no tenía ganas de pensar en idiotas cobardicas con aires de grandeza. Tuve que hacer un esfuerzo para no estremecerme ni gimotear. No sé por qué pero de repente me afectó de verdad, ya había dejado atrás los problemas mayores que me distraían de este. Sólo ahora me percaté de que ya no podría correr, ni sentir el aire contra la piel, ni la tierra en mis pies, tampoco saltar si no era a la pata coja (ugh, iba a ser difícil conservar la dignidad). Al menos hasta que la recuperara.
-Puede que no la hayan mancillado demasiado todavía.
-¿Sí?
-A veces se quedan esas cosas como trofeos… espero que no la disequen, lo complicaría mucho.
-¿Entonces no habría problema con volver a cosérte la pierna si la encontramos? -Negué. –Menos mal –sonrió con sinceridad-. ¿Y que es esa cosa que llevas en la muñeca? No conseguimos quitártela.
Bajé la mirada a la trenza de pelo rojo con cintas verdes que llevaba.
-Mi alianza. Kaila tiene una igual pero con un trozo de mi cabellera; es una especie de amenaza mutua: de igual modo que yo podría usarla para rastrearla o invocarla hasta aquí y tenderle una tramapa, ella puede hacer lo mismo conmigo. Pero dudo que ninguno se atreva…
-Vaya, qué tradición más interesante. ¿Entonces os habéis casado?
-Sí –la ceremonia y el hechizo eran cosas completamente independientes, pero Krisof había decidido encubrir una con la otra (hacernos tomar la pócima durante la fiesta de después… que por poco no lo consigue también).
-Oh, Dios. Dudo que se lo tome bien… -¿Quién, Lena? Pero no me dio tiempo a preguntar:- Dime, ¿cómo te sientes?
-Mal. Me duele todo y quiero llorar y meterme dos litros de morfina en sangre. O de whisky, lo mismo me da –me froté las sienes-. Siempre siento que me va a estallar el cerebro y la Luz se siente como brasas, pero nunca te acostumbras ni disminuye, sólo empeora. Cuesta imaginarlo si nunca lo has vivido. Y que me hayan dejado los huesos como papilla no ayuda que digamos, al menos curo medianamente rápido –al dejar de hablar me pregunté por qué estaba dando tantos detalles. Habría imaginado que lo decía en voz alta.
-O sea, que no es la primera vez que te hieren con Luz… ¿Esas marcas negras que tienes son por ella?
-Exacto, pero yo soy especial (¡wiii!), al contrario que los demonios y humanos, en los cuales no cierran las heridas de Luz, a mí me desaparecen con el tiempo. De lo contrario tendría el cuerpo lleno, pues Dande lo hacía muy a menudo.
-¿Cuándo?
-Cada tres meses durante dos años… Eso las inyecciones. También probaba armas… para ver si funcionaban.
Apenas percibí su largo silencio. Cuando volvió a hablar parecía apenado. O tal vez culpable:
-¿Qué edad tenías?
-Ocho años; eso fue hace diez.
-Dime… qué te hacía exactamente, por favor…
Resoplé. –Pues nada agradable. Nunca he sido masoquista, la verdad (aunque con mi historial empiece a parecerlo). Le gustaba hacerme amputaciones para luego unírmelas y ver cómo regeneraba –me estremecí-. Y me quitó un riñón, pero no sé qué hizo exactamente con él; no me lo devolvió. También contabilizar cuanto tardaba en desangrarme. Algunas veces probó los venenos y… la terapia de electroshock –me encogí al recordar las quemaduras. ¿Por qué estaba contándole eso? Me costaba pensar, pero mi lengua se movía con independencia-; quedaba con la piel tan quemada que se me caía igual que una serpiente muda la piel. También perdí todo el pelo, encima de que era feo con ganas… -hice un esfuerzo por callarme- Y… también... me… -no podía frenarme. Era físicamente imposible. Como una ola demasiado grande que me arrastraba a contestar a su pregunta.
Suero de la verdad.
Aguanté la respiración. Se me desencajó la expresión, creo que mis ojos nunca lucieron tan grandes.
¿Cómo, cómo habían conseguido algo tan raro? Mierda, yo le robé un frasco a la gitana… ¿¡y mis botas, qué han hecho con ellas!? ¡¡Mierda, me han registrado; a saber qué más cosas incriminatorias habrán encontrado!!
-¡Alec, ¿qué pasa, estás bien?!
De nuevo el impulso de responder, era una necesidad. Responde, responde, tienes que decírselo; se repetía de fondo en mi cabeza, impidiéndome escuchar mis propios pensamientos. Si intentaba gritar más fuerte, su volumen también aumentaba. Malditos cabrones, habían aprovechado mi inconsciencia para hacerme tomar suero de la verdad (encima, el que yo mismo guardaba).
La voz me tembló, empezaba a jadear por el esfuerzo de resistirme. -Te… he… dicho… ¡que no!
-Alec, ¿qué te duele?
-También te lo dicho: TODO.
Entonces lo vi: Gin tenía una grabadora en la mano. La ira ascendió, cegándome por una fracción de segundo. Suficiente para condenarme.
Tomé la bandeja metálica que había junto a mi camilla y la estampé en su cara. Gin no lo vio venir. Enganché el cuello de su camisa, alzando el puño sobre nuestras cabezas. Mis dedos crujieron dolorosamente contra su mandíbula. Se desplomó de su taburete con una ceja partida y ensangrentada.
-¿¡Qué pasa!? –me miró sobresaltado e incrédulo, más que eso, me miraba con miedo, la clase de terror que se le tiene a los monstruos de las pesadillas.
-Que tolero muy mal ser un prisionero obligado.
-¿Cómo?
-Suero de la verdad, estúpido, no mientas –le arrebaté la grabadora y la lancé con todas mis fuerzas para asegurarme de que acababa destrozada.
-Te diste cuenta…
-Obvio que sí.
-Intenté impedirlo, Alec. Pero los líderes…
Solté la bandeja. Me destapé la sábana saltando fuera de la cama. Yo hubiera hecho lo mismo, sin duda, pero aunque lo comprendiera no por eso pensaba perdonárselo. Mi mirada se lo dijo todo: OS ODIO.
Tomé las muletas que habían dejado (muy amablemente) junto a mi cama. Llevaba una especie de pijama de tela mala y muy corto de esos que dan en los hospitales (al menos no es una bata de esas con la espalda al aire).
Me dirigí hacia la salida.
Gin se estaba reincorporando. -¡¿A dónde vas?!
-Donde no tenga que verte, capullo.
Incluso con muletas y el cuerpo encabestrillado era más rápido que él, así que al girar la esquina ya le había dejado atrás.

domingo, 22 de abril de 2012

ENTREVISTA 2

LLEGAMOS A LA SEGUNDA EDICIÓN, SÍ, SÍ, SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!
AHORA LE TOCA A…………… CHANCHANCHAN

CAMPBELL


Campbell-Chan: HOLAAAAA, QUE WAY, SÍ, JAJA, QUÉ ILU; TENÍA UNAS GANASSSSS…

S: Cl-claro que sí :’)

C: Estoy lista, empieza! :D *botando en la silla*

S: Creo que mejor te damos una tilita. Mientras, empecemos por tus orígenes…

C: Ah, pues soy huérfana. Ya lo dije en la historia, sí, que me acuerdo. Me pasé hasta los 5 años o así completamente salvaje y sola en una reserva virgen de Japón. Hasta que decidieron edificar allí y Kristofino me encontró y me adoptó.

S: ¿Cómo que salvaje?

C: Pues así, asalvajada por completo. No sabía hablar, iba desnuda, sucísima y era muy, muy agresiva. Me debieron abandonar o mis papas se murieron porque nadie me cuidó ni me enseñó nada hasta que llegó Kristofino.

S: ¿Y entonces cómo estáis tan seguros de que tenías 5 años?

C: Ah. ¡No lo sabemos! Kristof-san decidió que en ese momento yo tenía 5 años y de ahí empezamos a contar hasta mis 16. ¡Lo mismo soy más mayor! ¿Te imaginas? Podría recochinearle a Alec-Kun de veces… :D

S: ¿Y cómo fue pasar a vivir con Kristofino?

C: Al principio estaba suuuuuuper asustada. Chillaba y lloraba muchísimo, sí, sí. Y me escondía debajo de los muebles. Pero Kristofino-san siempre venía con chuches o peluchitos, se arrodillaba a mi lado y esperaba, sonriéndome y hablando tranquilito hasta que yo salía a jugar con él. En seguida me encariñé de él, ¿cómo no hacerlo? ¡Dicen que si tales… pero el negocio es el negocio! *hija obediente y devota* ¡Pero me ponía tristísima cuando Kristofino-san tenía que viajar por trabajo! Así que decidió llevarme con el resto de mis “hermanos” y que viviera en El Trébol de las 4 Hojas con ellos. Allí he sido muy feliz y conocí a mi mejor amigo; sin Kristof-san mi vida no hubiera sido igual, le quiero un montón, montonazo ^^

S: Gracias por el pie a la siguiente pregunta. ¿Cómo os conocisteis tú y Alec?

C: Ah, pues Kristofino-san lo trajo un buen día al bar, yo estaba justo en ese momento sirviendo mesas cuando entraron. Kristof-san me llamó y me dijo… ¿qué me dijo? ¡Ah, sí! “Este es Alexander, a partir de hoy trátalo como a tu hermano, enséñale esto y haz que se sienta querido ;)”. ¡Y eso hice! Me esforcé un montoooon, pero Alec-Kun es un gruñón y en unos días enseguida me dijo cosas feas y que me largara. Pero yo quería que fuéramos amiguitos… Tengo bastantes “hermanos” pero son demasiado mayores, casi todos tienen más de medio siglo. Y menores… puf. Está Yelly, pero siempre la tienen súper protegida en su catillo y no la dejan jugar. También un niño un año mayor, pero era idiota y decía que porque me gustaban las ropas negras y los dibujitos de calaveras yo era una “emo de mierda y que a ver si me cortaba las venas. Que era tan chillona que ni hacía bien mi papel de emo de mierda”; ¡pero yo no soy emo! ¡¡A mí me gusta el gothic punk y el estilo lolita!! JUM. Pues como que, o sea, no me gustaba que me dijera esas cosas tan feas, ni siquiera Alec-kun es así, Alec-kun si te insulta es porque quiere algo no necesariamente porque te odie. Y ese niño me hacía llorar…mucho, le odiaba por eso. Un día me cosí una blusa preciosa, negra con puntillas blancas, y me la puse con un faldita plisada, medias de rallas y guantes de rejilla; a mí me encantaba pero ese niño se volvió a meter conmigo sin motivo. Entonces Alec-kun, que estaba secando los cubiertos en la barra, le lanzó un plato en plena cara, así, de repente, y le dijo, así por lo bajito, “pues a mí me gusta, es bastante mono”. Y desde ese día somos amigos ^^ Que digan lo que quieran, a Alec-kun se le da fatal eso de expresar las cosas buenas pero cuando las cosas van realmente mal, de culo, cuesta abajo y sin frenos, como dice Alec-Kun que dice una tal Yary, él siempre ha estado ahí para tirar de mí, aunque fuera a patadas jajajaja

S: (qué relatos más largos, la leche) Esto… ¿Tienes estudios?

C: Sipi. Entre Kristof-san y yo decidimos que era lo mejor y he estudiado en casa desde que recuerdo, con cursos por correspondencia, ¡y ahora tengo oficialmente el título de la ESO y voy a sacarme el Bachiller de la misma manera! Pero aún tengo que decidir qué rama. ÓnÒ

S: ¿Qué te gustaría ser?

C: ¿Yo? Adoraría poder dedicarme a la costura. ¡Desde que tengo memoria me ha fascinaaaaaaaado el mundo de las agujas y las telas! Coso de todo y no me aburro; ropa, corsés, cortinas, peluches, manteles… :D

S: Cierto, muchos de los diseños que aparecen en la historia son tuyos. Incluso los trajes de boda. Tienes futuro… Ahora tengo una preguntilla comprometida… ¿Te casarías con el Dr. Gin? Todos sabemos ya que él te gusta…

C: ¿Qué? Oh… *sonrojo* jijijiji *se encoge en actitud tímida* ^^ P-pues si él me lo pidiera…

S: Ojojoj! ¿Y cómo llamarías a tus hijos?

C: Pues quiero tener 3, dos niños y una niña. El primero se llamaría Luki, la niñita Moon y el peque Alexander, como su tito jijijiji

S: ¿Alguna vez has estado enamorada de Alec?

C: ¡yo creo que no! *se da golpecitos en la barbilla* Porque, a ver, al principio, cuando empezamos a ser amigos me emocioné mucho y no paraba de pensar en él y llegué a preguntarme si le quería bastantes veces, pero Alec-kun era tan osco que me desaparecían las ganas de ennoviarnos y muy guapo… como que no era, no me atraía. ¡Y cuando me fui a dar cuenta de que estaba buenorro era incapaz de verlo como algo más que mi hermano mayor! *gran suspiro* :D Pero… jiji, tenemos un trato. Decidimos que si dentro de un milenio  seguíamos casaderos, contraeríamos nupcias entre nosotros, aunque no nos amasemos… y que ya hablaríamos sobre consumar y esas cosas en su momento ^^

S: se rumorea por ahí… que alguna vez os habéis metido juntos en una misma bañera… jejeje

C: así es *asiente* ^^

S: EN SERIO??? O:

C: sipi. ¿Qué ocurre? Oh.. ¡Si es mi hermanito! ¡Es que… le miro y no soy capaz de pensar… ya sabes, ¡en esas cosas!! Y a Alec-kun yo no le intereso y como tampoco es pudoroso… Pues sí, alguna vez… Y he hecho topless delante de él (de noche, no lo hacía por broncearme si no por la comodidad, la verdad, pero shhhh), de las pocas personas que no me da vergüencita.

S: ¿has sido popular o de las margis a lo largo de tu vida?

C: margi… UnU Como había poquitos jóvenes y los que había no querían jugar conmigo…

S: ¿Te imaginas una vida sin Alec?

C: Pues no OnO Nunca lo había pensado, jope.

S: ¿Cuántos novios has tenido?

C: Ninguno… He hecho lo de la botella bastantes veces y en navidades me emborrache y… con un chico de pus… ¡Kyah, qué asquito, qué vergüenza, no volví a beber!

S: O sea, que también virgen.

C: Sip…

S: Alguna vez te has besado con Alec, en los labios, digo.

C: Claro.

S: ¿¿¿¿QUÉ???? EXPLÍCATE, YA.

C: Kyyyyaaa ¡TRANQUI! *Se encoge y cubre* ¡Fue por juegos como el de la botella o yincanas y esas cósicas! Pero sipi. ¡Piquitos nah más! Y una vez un morreo en condiciones porque me hicieron lo de verdad o prueba (Alec es muy considerado según le pilles, en cuanto se lo expliqué me lo dio y se volvió a lo suyo) ^^

S: ¿Hubieras preferido ser humana?

C: No, de lo contrario nunca hubiera conocido a personas tan maravillosas J

S: Y ahora QUE EL PÚBLICO PREGUNTE.

jueves, 19 de abril de 2012

Encantamiento 64, 3ª parte: celebración de una boda celti-demoniaca, “Handfasting”.


La flecha chocó contra el metal que me sujetaba el tobillo, despidiendo tanta Luz que éste se quebró y la piel de alrededor se me abrasó. Con un par de flechas destruyó las que me unían al suelo; la que utilizó para quitarme la gargantilla del cuello casi me deja seco contra la silla.
Me daba cuenta a duras penas de lo que allí estaba pasando. Pero aún no sabía cómo asimilarlo; era incapaz de trazar ningún plan pues ni siquiera estaba seguro de qué es lo que quería o debía hacer. Sin embargo la Cucaracha-Floreada me metió prisa y decidí inconscientemente que sería más fácil dejarme arrastrar.
Nos pusimos en pie. En cuanto vio mi amputación la Cucaracha me hizo pasarle un brazo sobre los hombros, por mí bien si quería cargar conmigo aunque ella tampoco es que estuviera como una rosa (cómo se le caigan las dos patitas de delante, la canción perderá su fuste). Agarré de la muñeca a Lena para que corriera detrás de nosotros; era nuestro seguro de vida frente a los Guardianes (empiezo a reaccionar, ¡yujuu!).
Arana apareció frente a nosotros, de un golpe de viento nos mandó a los tres por los suelos.
-No pueden romper mi magia con ese veneno blanco y huir así como así.
Anara apareció a su lado; acabábamos de perder todas nuestras posibilidades: las gemelas unidas eran casi invencibles.
Nicole-Flor se irguió. Un rayo iluminó el cielo y cayó a escasos centímetros de estas (¿es cosa mía o todo esto está yendo demasiado rápido?). Sus ojos eran ahora afilados y completamente dorados sin pupila, su pelo ondeaba refulgiendo en la oscuridad y los tatuajes le ascendían por cada centímetro de piel.
-¿Quién es…? ¿Ni-nicole no...? –murmuró Lena, casi sin voz.
-Flor, una aliada.                                                            
-Aliada... ¿Debo sentirme alagada? Esperaba un mayor nivel de confianza, aunque siendo tú…
Alzó los brazos. Las nubes empezaron a girar sobre nosotros con fuertes vientos, formaba un tornado.
Un momento, ahora que lo pienso…:-¡Lanzadle un rayo a Kaila, rápido, rápido! –me emocioné tanto con la idea que por poco no me pongo a dar botes de alegría.
-¿Eh?
-¡Síiiiiiiiiii, si os la cargáis se solucionan la mitad de mis problemas!
Una de las gemelas lanzó a Flor rodando muy lejos; me quedaba sin Kaila electrocutada.
-NO HARÁS COSAS QUE CONTRADIGAN LOS DESEOS DE NUESTRO AMO KRISTOFINO, ESA ES LA ÚNICA NORMA.
Enganché con fuerza a Lena y me apresuré a rodar lejos de la puñalada de viento que nos lanzaron. El suelo tembló y largas raíces negras emergieron a nuestro alrededor; las gemelas poseían poderes para manipular  la tierra y el aire.
-¡Cierra los ojos si temes las alturas! –nos enrollé con mi capa, poniéndome en pie, salté apoyándome una de esas ramas. Giramos en el aire a gran velocidad como una pelota sobre mis tías y chocamos violentamente contra el suelo. Intenté ponerme erguido (¡eso sigue yendo demasiado rápido!).
-FIN DEL JUEGO –chasquearon los dedos. Las cadenas se cerraron alrededor de todo mi cuerpo. Una sensación horrible. Los clavos internos me perforaban la carne. Mis huesos crujieron-. SOBREVIVE A ESO, MALA HIERVA.
-A-alexander –Lena abrió lentamente los ojos. La sangre me goteaba por la boca. Me derrumbé sobre ella-. ¡Alexander! –intentó sujetarme, pero pesaba demasiado de modo que quedé de rodillas y con Lena tirando de mis brazos hacia arriba (una pose…).
–Te moviste… -murmuré- ¿eso es que aún me quieres?
-¡¡Alec!!
Cerré los ojos. Me iba…
-DESISTE, GUARDIANA. NUESTRAS CADENAS YA LE HAN DESTROZADO TODOS LOS ÓRGANOS AL APRETARSE, NI SIQUIERA UN DEMONIO PUEDE SOBREVIVIR UNA VEZ TRINCHADO.
Y, en ese mismo momento, la cabeza de Anara fue decapitada.
De igual modo que me había parecido que todo transcurría con demasiada velocidad, en ese entonces la vida pareció ralentizarse.
La Luz brilló en todo el filo de la espada ejecutora, distinguible incluso a través de mis parpados cerrados.
La sangre de Anara llovió sobre todos nosotros. Su hermana gritaba desesperadamente.
-¡Lena, aléjate de ese demonio!
Tendría que haberme preguntado quién se había acercado tanto, quién había sido capaz de rebasar las barrearas de las gemelas y matar a una de ellas. Los seres en la lista con esas características eran pocos: el-que-se-hace-el-héroe. ¿Quién si no; qué sería de esta historia sin su héroe por derecho?
Él apareciendo reluciente y en todo su esplendor corta-cabezas y yo desplomándome inconsciente y ensangrentado contra el suelo; ante ojos de cualquiera, ni punto de comparación. Y justo tuvo que suceder frente a Lena. ¿Y por qué narices pienso en eso cuando quedo inconsciente, debería estar un poco más interesado en si me despertaré, no?
Bueno, eso ya se verá a su debido tiempo.
Fin de este capítulo. Esperemos que hayan más.

domingo, 15 de abril de 2012

CAMBIO DE NOMBRES

Pues eso, que llevo mucho tiempo dándole vueltas a posibles nombres, porque los que puse en su momento fueron los primeros que se me ocurrieron y muy al tuntun (¿no se nota?).


OS DOY LA OPORTUNIDAD DE DAR VUESTRA OPINIÓN, para ello decid por ejemplo:
1-No 
2-Sí
Etc.


Los motes no cambian.


ESTOS SON LOS POSIBLES CAMBIOS:


1- Alexander Derek Seamair -> Aleksandre Chaos Seamair 
//El acortamiento sería "Alek". Dadle a la banderita inglesa y luego a cómo se pronuncia: http://www.reverso.net/translationresults.aspx?lang=ES&direction=ingles-espanol# //

2- Albert Derek Kensingtom -> Albert Alexander Knight

3- Robert Kensingtom -> Robert Knight
(y así ya con toda la familia, nuevo apellido)

4- Nicole Golds -> Lilih Levistom

jueves, 12 de abril de 2012

Encantamiento 64, 2ª parte: celebración de una boda celti-demoniaca, “Handfasting”.


Mi padrino elevó su copa y bebió un largo sorbo. El mundo se volvió a cámara lenta mientras acercaba la copa a mis labios. Ya ni respiraba, iba como a una máquina que empezaba a fallarle el software. Mi vida llegaba  su fin, no sobreviviría a aquel hechizo.
Con un fuerte estruendo una nube de tierra y polvo nos sumergió por un momento. La copa se deslizó de mis dedos contra el suelo, vertiendo todo su contenido. Tanto yo como los invitados nos volvimos alertados hacía el causante de aquello. Yell acababa de caer de los cielos subido a su pala mágica (uno se acostumbra a tanta cosa rara, pero… ¡¿QUÉ **** ES ESTO?!). -¡Emergencia! –Se deslizó desde lo alto por el mango de varios metros al tiempo que éste menguaba y posó los pies en el suelo-. ¡Esta Guardiana intentaba entrar en nuestro perímetro, deben de haber más! –sólo entonces nos dimos cuenta de que llevaba colgando de un brazo a una chica castaña y tuerta con pinta de mareada. No la había desarmado y estaba de una pieza, advertí. Al ver la expresión de Lena y el arco en sus manos supe en el acto que Yell mentía, la había secuestrado hasta aquí para interrumpir los planes de Kristof. Claro… ¡usó su MP3 (el que yo le quité y luego entregué a Yell) para rastrearla con un hechizo!
Lena intentó golpear a su secuestrador y éste actuó como si hubiera conseguido darle. La arrojó al suelo y se apresuró a desaparecer de escena (¡corre, corre como el viento antes de que los otros también se den cuentan!).
Lena se puso en pie rápidamente y elevó su arco cargado con una flecha. Los demonios se cernían sobre ella; no iba a salir viva de aquí. A no ser que Yell…
-¡¡Lena!! –unos tipejos vestidos como templarios se acercaban a toda velocidad. A no ser que Yell se hubiera asegurado de no ir demasiado rápido para que los Guardianes pudieran seguirlo hasta aquí y entrar cuando estos estuvieran ya muy cerca así como de debilitar las barreras y soldados de protección hasta aquí; de lo contrario la batalla hubiera durado demasiado poco. Satanás, iban a darse cuenta de todo, degollarían a Yell por esto.
-¡¡Yell, Yell!! ¡¡¿Y mi hermano, Alexander, qué está pasando aquí?!! -Unos enormes golems de piedra aparecieron para llevarse a Yelly a un lugar seguro antes de que se me abalanzara encima. Tenía cara de querer sacarme los ojos, Yelly ya había asociado ideas (más le vale a Yelloween haber preparado su plan de huida también).
Mientras tanto una batalla campal ya se había establecido en la pista de baile; esta gente venía siempre preparada para las carnicerías.
De unos pocos golpes la mesa de vino abajo rota por varios lados.
Las gemelas se perdieron en la batalla, total, las cadenas nos mantenían unido a la silla.
Kaila se levantó las faldas para intentar desasirse de las cuerdas que la mantenían atada, pero los encantamientos de las gemelas le hacían sangrar las manos sin más resultados. Una flecha le atravesó el hombro a la pelirroja. Intentó quitársela entre gritos al tiempo que la carne que rodeaba la herida se iba fundiendo (oins, necesito palomitas para ver estas cosas). Otra impactó cerca de la cadena de su maldición anterior (la que le pusieron por el tema de la Convertida; yo especifico por si acaso).
Me giré para ver a Lena frente a mí. Colocó otra flecha y alzó el arco... en mi dirección. Se quedó en aquella postura largo rato, en silencio, las piernas le temblaban. Me miraba con miedo, tanto que era incapaz de moverse un solo milímetro.
Esperé.
-¿¡Qué haces!? –la Cucaracha-Floreada se interpuso entre la trayectoria que tomaría la flecha y yo, jadeaba por la carrera y tenía el vestido hecho girones por ciertos sitios por lo que supuse que debía de haberse visto metida en la pelea antes de poder llegar hasta aquí (protegiendo a Campbell, seguro)-. ¡No puedes matarlo!
-É-el me mintió, hirió a mi padre… Es un Monstruo
-¡Pero él te gusta, ¿verdad?! ¡¡Entonces ven aquí y ayúdalo a escapar!! –le exigió sin contenerse un ápice. Lena las miró con una cara extremadamente pálida. Yo tampoco me esperaba ese discursito. ¿De qué coño iban ahora?- ¡Maldita sea, pánfila, si le quieres muévete o nos mataran a todos! ¡¡NO TE LO PIENSES TANTO!!
Tomé su mano y tiré de la Cucaracha-Floreada para que se girara. Me miró sorprendida. -Iros con Campbell o Yell –les ordené. Los esfuerzos de Yell y Nicole-Flor por liberarme resultaban desconcertantes, pero, aunque hubieran despertado mis deseos de luchar, había sido demasiado efímeramente. Dejaría que el fuego cruzado acabara con mi vida, si no Lena. Así me parecía una buena resolución para mi historia, incluso la encontraba justa.
-No. Tú nos ayudaste una vez en esa prisión de los vampiros, déjanos devolverte tus servicios.
Me quedé en silencio mirándolas fijamente a los ojos. La sangre me subió a las mejillas. Estaban tan empeñadas… incluso aunque las mandé a la mierda, Lucifer, qué molestas podían llegar a ser, es que me daban ganas de… ¡AGH! ¡Pienso abofetearla y que me digan lo que quieran!
Pero ella se puso en pie, completamente decidida, e interrumpió mis deseos de violencia. La Cucaracha había tenido una idea.
 -Tal vez la Luz pueda romper esas cadenas –dijo para sí-. Cualquier arma de los Guardianes puede bastar.
¿Qué? No estarán pensando lo que yo creo…
Salió corriendo hacia Lena, le descolgó el carcaj a tirones y volvió a mi lado saltando la mesa que había entre nosotros. Lena seguía allí de pie como una estatua, mirando con la misma inexpresividad y desconcierto que yo a la Cucaracha-Floreada. Me apartó la capa antes de que el cerebro se me reiniciara, dejando al descubierto las cadenas que me ataban las piernas y torso para intentar abrir los grilletes. Al tomar las flechas su piel empezó a humear; se quemaba. Una mueca le deformó la cara, sin embargo Nicole tomó el arma también con la otra mano. Tuvo que aguantar para no gritar.
Cuando empecé a reaccionar las lágrimas se le deslizaban por las mejillas apretando los dientes.
-¡¿Pero qué haces?! –hice ademan de quitarle la flecha de las manos pero ella no me dejó. Me apartó las manos mientras seguía con aquel imposible; esto era cosa de Nicole, se notaba que Flor no estaba tan segura. Las manos le temblaban tanto que lo mismo acaba cortándome a mí antes y empezaba a oler a carne quemada.
Los arañazos empezaron a marcarse pero seguía sin ser suficiente. -¿No funciona? Esto es lo único que se nos acurre… –preguntó al borde de la desesperación.
Fruncí el ceño y apreté los colmillos. Podía imaginar el dolor físico que suponía aquello. Estúpida, eso es Luz, yo soy un caso raro, ¡a ti puede matarte el solo tocarla! ¿Por qué…? No te entiendo.
Le golpeé el hombro, tomándola con fuerza de una muñeca y arrancándole la flecha rápidamente. La lancé lejos para que desistiera de fundirse las manos allí mismo.
Nicole lloraba a lágrima viva y temblaba con fuerza con la cabeza gacha. Se acercó las manos al pecho como acunándose a sí misma. Le sangraban mucho las palmas. ¿Por qué tenéis que sacrificaros por mí? Yo nunca lo haría por vosotras ni por nadie.
-Esto era lo único que se nos acurre… -repitió-. Lo siento… -apoyó su frente en mi hombro.
No las aparté, pero tuve que aguantarme para no hacerlo o gritarles o suspirar o cualquier cosa desagradable. Incluso a mí se me había acelerado la respiración. Ellas se hubieran incinerado de no pararlas, y dicen que el perturbado era yo.
Alcé las manos para rodearle la espalda o tal vez acariciarle el pelo, no tengo ni idea, algo de eso, aunque parezca estúpido, era lo que me proponía.
Entonces ambos levantamos la cabeza pues Lena se acercaba al trote, con el arma aún cargada. Seguía apuntando hacia mí. Tensó el arco cuando solo estábamos a un paso. La flecha chasqueó al cortar el aire.

miércoles, 11 de abril de 2012

Encantamiento 64, 1ª parte: celebración de una boda celti-demoniaca, “Handfasting”.



Creo que no había prestado menos atención a algo en mi vida. Yo, que soy un analítico compulsivo, que necesito estar haciendo cálculos de posibilidades y planificando estrategias a cada segundo… Cuando me fui a dar cuenta habían pasado horas, ni me percaté de que me llevaban desde mi habitación hasta el templo, ni siquiera me fijé en quién o cuántos me escoltaban. Tal vez fueran las drogas, aunque no creo. Tal vez es que por primera vez en mi vida había aceptado de verdad la derrota. No me interesaba escapar.
El caso es que no sé cómo pero todo empezó. Estábamos en un altar circular de escasa altura. Los invitados se encontraban en uno de los extremos del círculo. Yo, con cadenas ocultas por el largo de la capa alrededor de mis piernas, esperaba de pie en el otro extremo con mi padrino al lado (Pete Seamair, un subnormal primo lejano mío y que muy evidentemente llevaba un fusil atado en la pierna).
Apenas prestaba atención a lo que pasaba a mi alrededor, en una situación normal hubiera intentado reconocer a cada uno de los asistentes, pero… puf, ¿para qué? En unas horas se habrían ido y yo estaría muriendo de dolor y perdiendo el juicio hasta quedar como una alcachofa. Eso sí, fui capaz de darme cuenta de que Yell no estaba entre los asistentes, pero Nicole-Flor sí, sentada junto a Campbell me miraba con una mezcla de rencor y tristeza.
La marcha nupcial comenzó y Kaila llegó arrastrando los pies entre los invitados. Arana y Anara la seguían sin apartar los ojos de su espalda ni un segundo.
Mi prima Yelly, la única hermana de Yell, oficiaba la ceremonia pues ella ya había sido consagrada como sacerdotisa celta-demoniaca a sus catorce años de edad. Dio comienzo al rito llamando a las energías mágicas del lugar: -Que haya paz en el Este, que así sea. –Giró a su derecha-. Que haya suerte en el Sur, que así sea. Que haya fuerza en el oeste, que así sea. Que haya unidad en el Norte, que así sea. Sea así en todos los mundos. Que así sea. –Terminó de dar la vuelta para volver a dirigirse a los invitados-. NOS REUNIMOS AQUÍ PARA ESTA OCASIÓN SAGRADA EN LA QUE SUCEDE EL PRIMER RITO DEL MATRIMONIO ENTRE ALEXANDER DERECK Y KAILA SEAMAIR. Como nuestro círculo se ha tejido y consagrado, este es el momento y el lugar. Que cada alma en verdad esté aquí y ahora para que los espíritus de los aquí unidos puedan fundirse. –Tomó agua e incienso para seguir bendiciendo el círculo-. Llamemos todos juntos a los espíritus de los cuatro cuadrantes para que nuestras palabras atraviesen la dura piedra y lleguen a los Infiernos.


***
-Y así… pasáis a ser considerados a partir de este momento, a ojos de todos, marido y mujer –Yelly terminó de unir nuestras manos con unas cintas, la unión de manos (Handfasting); ya estábamos casados-. Ahora firmad este contrato con un beso.
Las damas de honor le levantaron el velo a Kaila. Nos acercamos, pero tocándonos lo menos posible, lo suficiente para que pudiera pasar por un beso (no he visto pareja más sosa en mi vida).
Los invitados se preparaban para empezar a aplaudir y vitorear.
***
La ceremonia fue bonita. Y el banquete variado, o eso me pareció. Ninfas tocaban en cada esquina con arpas y cacharros musicales similares, y los invitados danzaban en la pista. Kaila y yo nos habíamos librado de bailar; la verdad es que hubiera sido un espectáculo vernos a los dos intentado no tropezarnos con las cadenas y yo a la pata coja.
A mitad de la cena, Campbell intentó acercárseme para que bailáramos, pero unos disfrazados soldados de las gemelas se interpusieron y la mandaron de vuelta con la Cucaracha-Floreada. Al parecer nadie le había informado de en qué situación me encontraba o posiblemente ella no había querido enterarse para así no tener que querer un poco menos a Kristofino.
En otra ocasión, Yelly, nuestra joven prima y sacerdotisa, vino a preguntarme por su hermano; Yelloween no daba señales de vida y empezaba a preocuparse. Estaba convencida de que yo tenía que ver de alguna manera…
***
Mi padrino se puso en pie a mi derecha de la mesa.
-Por favor, permítanme unas palabras… -Pete soltó su rollo como si fuera lo más elocuente y maravilloso que había dicho nunca (con lo imbécil que es, lo mismo es que es así), pero yo estuve mirando mi plato vació y mis cubiertos hasta que se notó que terminaba-: Y también debemos darle nuestro agradecimiento a Kristoffino, nuestro buen tío, que ha hecho posible la unión de estas dos maravillosas personas y que desgraciadamente no ha tenido la oportunidad de acompañarnos esta noche debido a temas profesionales –alzó su copa un poco más, los invitados lo imitaron.
¿Kristof no había venido? Eso es raro, muy raro, él se quedaría a ver cómo sus planes tienen éxito. Por primera vez en toda la noche algo despertó mi interés lo suficiente para que me moviera del sitio y lo buscara. Pero Anara y Arana me obligaron a apoyar de nuevo el cuerpo en la silla y nos tendieron las copas de vino con la pócima. Una vez lo tomáramos nos llevarían a parte aprovechando el jolgorio y el gran número de bebidas alcohólicas servidas; nadie se daría cuenta de nuestra desaparición.
Mis cadenas se apretaron con excesiva fuerza así que me apresuré a tomar mi copa. Este era el fin.
-¡Por los novios!

Trajes de la boda; bocetos:







 Traje del novio.
Consta de tres partes:
1-Camisa y pantalón negros.
2-Túnica verde oscuro
3-Capa hasta los pies verde claro
 Traje de la novia.
Dos partes:
1-Vestido negro.
2-especie de "delantar" verde
+VELO

lunes, 9 de abril de 2012

ENTREVISTA

Hola, hola, aquí la señorita Supervisora, regente del blog y tuenti (Alec, mira que eres gandul; deja de jugar con tu prima Kaila y revisa tus redes sociales. ¡Me da igual si tienes que irte al hospital por un hemorragia interna!).
El por qué de esta entrada especial: UNA SECCIÓN DE PREGUNTAS A LOS PERSONAJES.
Estás cosas me encantan, ¿no se nota (ya hice dos fotos de ese tipo en tuenti)? Pues eso, jejejeje.
Y el personaje que tendrá el honor de iniciar esta sección (que si tiene éxito continuará, si no, aquí se queda) será, según un sorteo que hemos hecho entre bambalinas (mentira cochina, lo elijo porque me da la gana):
¡KRISTOFINO SEAMAIR!

Supervisora: Bien, bien, es un placer tenerle aquí, señor Krisofino.

Krisofino: ¡Hiii! A mí lo que me gustan son estas pastitas que servís ^^

S: Nuestra primera pregunta es sobre su nombre completo: se llama Kristofinno Seamair, ¿verdad?

K: Así es, aunque por supuesto no aparece en ningún registro.

S: Es un nombre curioso, una de las cosas que más despistan son esos cambios de escritura; al principio aparece como “Cristofino” con “c” pero luego “Kristofino” a veces con doble “n” e incluso “Kristof-Inno”, separado. O la abreviatura “Kristof”, ¿no sería más fácil llamarle “Cris”? ¿A que se deben?

K: Oh, Kristofino es un nombre muy usual en mi patria el Infierno, pero no en esta dimensión, de modo que al hacer el intento de transcribirlo salen todas esas amorfosidades; es como el ruso, que no saben cómo escribirlo para que suene bien (idiotas, todos idiotas incompetentes que me arruinan el nombre) :D

S: Y significa algo en especial. A algunos han estado leyéndolo mucho tiempo como “Cristofolio”, usted no tendrá ninguna empresa de papelería ¿verdad? Y otros tantos lo relacionan con la imagen mental de un rosario pequeño con la cruz de Jesucristo.

K: ¡Ni me lo nombres! Ogh, ese judío de Nazaret, pocos disgustos me ha traído con el nombrecito. ¡Dicen “Cristo” y no piensan en mí! Ya ves tú lo que hizo ése, ¡un guerrillero de tres al cuarto que crucificaron enseguida!! Yo, en cambio, controlo medio mundo; ¡ni punto de comparación! ¡Que sepan que me lo plagió! Yo estaba antes, jo. Un siglo antes, justamente.

S: ¡Y eso me lleva a la siguiente pregunta (no se enfade por favor, aún no quiero morir)! ¿Cuántos años dice que tiene?

K: Pues 22 siglos y pico. Lo sé porque, cómo te digo, llegué a esta dimensión un siglo antes que ése (que sepáis que el “antes de cristo” que usáis muchos para contar en la escala de tiempo, está maaaaal, lo hicieron por mí pero todos los idiotas se confunden y al final se quedo con la fecha de ése). Yo solo era una pequeña y tierna criaturilla que ni llegaba a la década de edad cuando nos exiliaron a la Tierra, qué tiempos de juventud aquellos…

S: Bueno, usted pequeño aún es. ¡No, no me pegue! Lo sientoooo, aaaah

*pausa para que la Supervisora reciba una paliza por parte de los esclavos de seguridad de kristof*

S: Y-ya hemos vuelto, ooogh, mis… costillas.

K: No te quejes tanto, muchacha, si eso cura en seguida. Aunque te va a quedar marca :)

S: Ehm sí, pero… le recuerdo que accedió a contestar a todo…

K: Pues es verdad. Venga, pregunta, no te haré más nada.

S: (¡¿me iba a golpear más?!) ¿Seguro? Pues esto… u-usted, ejem, ¿cuánto… mide? (decidle a mis padres que los quiero)

K: *eterno silencio* 1’56 m

S: Sin zapatos.

K: 1’485…  =^=

S: ¿¡En serio!? ¡¿Es más pequeño que Campbell?! (¿Ve cómo sigue siendo bajito?) Vale, vale, ya sigo preguntando. ¿Sus padres siguen vivos?

K: jajaja, no, qué va, ni vieron llegar el nacimiento del Jesús de Nazaret ése dichoso. Pero no pasa nada, eran débiles de moral, no merecían vivir.

S: ¿Y tiente hermanos de sangre?

K: Tenía cinco hermanastros por ambas partes, pero ya están muertos también.

S: ¿Los mató usted?

K: No a todos… :)

S: ¿Cuántas relaciones amorosas ha tenido?

K: Eso queda entre mis amantes y yo. Aunque… puedo asegurarte que soy todo un seductor ;)

S: En el caso de que le gusten las mujeres (ya no me atrevo a preguntarle), ¿cuál es su ideal?

K: Humm, perversas, complicadas, difíciles y crueles. Ah, y sin piedad ni misericordia, así me gustan.

S: Vaya cuadro… ¿Algo más específico?

K: Alta, de piel cetrina, con colmillos, que le siente bien el rojo y las pieles, rasgos afilados que parezca que te van a cortar de tocarlos, pelo extravagantes…  Que le guste el buen vino, la opera y los bailes de salón sólo para dos

S: Habla como si hablara de alguien en especial…

K: juju

S: Es soltero, ¿no? ¿Alguna vez se ha casado?

K: Jajaja, me temo que no, aunque tengo intención de contraer nupcias en el futuro, ya veremos.

S: ¿E hijos?

K: ¿Qué pregunta es esa? Claro que tengo hijos; están Campbell, Yelly, Alec, Gersey, Anara y Arana, Gorna, Misquerias, Edemis, Lucy…

S: Digo de SANGRE, naturales de usted.

K: … Siguiente pregunta *muy serio*

S: Prometió que respondería a todas mis preguntas

K: He dicho SIGUIENTE PREGUNTA *sonrisa de psicópata*, continua ya, muchacha, mi tiempo es oro *repiquetea los dedos en la silla*.

S: De acuerdo… ¿Cuándo empezó a adoptar huérfanos?

K: Hace muchos siglos… *quitándole importancia agitando la mano*

S: ¿Por qué lo hace?

K: ¿De verdad quieres saberlo? Para que me lo deban ^^

S: ¿Podría explicarse?

K: Aahf… si te empeñas… Los niños son volubles, es más fácil inculcarles lealtad. Y he contrastado que la mayoría de seres, cuanto más solos y desesperados están… más agradecidos se sienten ante una mano que les saque del precipicio, venga de quién venga. Así que si veo que algún crio con potencial y altamente sugestionable… lo admito como uno de mis protegidos.

S: ¿Con potencial? Entonces, si juzga que es un inútil lo deja morir. ¿Sólo piensa en su propio porvenir y, por contacto, en el de su mafia?

K: Básicamente podríamos decir que es como tú lo planteas.

S: vaya, no sé si es usted buena persona por al menos ayudarles o un canalla depravado.

K: ¿Depravado? Yo les doy lo que me pidan; que quieren estudiar, le doy estudios; que quieren viajar, pues los llevo conmigo de negocios... No les falta comida, techo ni protección e intentó darles parte de mí cariño siempre que puedo. Me aseguro de que tengan una infancia feliz, la vida ya es demasiado dura después.

S: Pero al crecer los obliga a trabajar para usted como pago.

K: les doy la posibilidad de elegir, pero hasta ahora nadie me ha rechazado la oferta. No es lo mismo.

S: Y cuál es “su hijo” favorito.

K: No puedo elegir, cada uno tiene cualidades que me encantan.

S: Y una pregunta que me surgió, ¿es usted pederasta? Como le gustan tanto los niños y dice que quiere darles su cariño…

K: ¿QUÉ? NO. ¡¡¡La infancia no debería ser mancillada, menos de esa manera!!! *ira infernal ascendiendo desde el suelo*

S: ¡¡¡SOLO ERA UNA PREGUNTA!!!

K: Pues que no se repita... ¿vale? :D

S: … Deberíamos irnos a temas más vánales, ja-ja-ja. (no sé por qué empiezo por esas cosas, lo mismo es que quiero que me de un infarto). ¿CUÁL ES SU COMIDA PREFERIDA?

K: Pastel ^^

S: Un color.

K: ¿Sólo uno? Me gustan el rosa y el naranja por igual

S: ¿Por qué se viste así? (parece un payaso multicolor)

K: Porque me daaaalaaagaaaanaaaaaa :D

S: ¿Animal?

K: CARNÍVORO :D

S: Eing?

K: Mientras coma carne y sea muy fiero… ^^

S: Si hubieras sido humano, ¿en qué trabajarías?

K: me gustaría un videoclub, con pelis y muchos videojuegos. Y con mi Campbell-monina y Alexandrito podría expandir el negocio hacia la rama friki… Y podría hablar con los colombianos, introduciríamos contrabando oculto en las caratulas de las pelis… y…

S: Usted no cambia -u- Bueno, dejemos que los lectores pregunten a partir de ahora. Yo me voy al hospital a que me cosan esto.

K: De acuerdo, hola, lectores, adelante, durante unas horas seré benevolente con vuestra curiosidad… adelante